De Mulholland Drive al Camino de los sueños: Obra del 2001 de David Lynch.
"sabemos que sus películas se caracterizan por sus escenas un poco extrañas, llenas de sensualidad, lugares fantásticos, el manejo de luces, la escenografía, las palabras que se dicen al estar todo en silencio. Pues Mulholland Drive no es la excepción."
"Es un viaje extraordinario a las emociones humanas, el lado oscuro que muchos poseemos, al mundo de los sueños y su relación con la realidad."
"La escenografía se muestra de una manera casi perturbadora y en la cual podemos observar y analizar uno de los escenarios favoritos del director: Los escenarios con cortinas rojas."
"Las cortinas esconden y revelan. A veces es tan hermoso que se ocultan, deja que tu imaginación fluya. Pero en el teatro, cuándo las cortinas están abiertas, tienes una fantástica euforia por que verás algo nuevo, algo será revelado” dice Lynch al referirse a las cortinas rojas, que ya han aparecido en producciones anteriores como Blue Velvet (Terciopelo Azul), Twin Peaks, Lost Highway (Carretera perdida) y por supuesto, en Mulholland Drive.
La escena que “nos revela” algo, es por consiguiente la escena en la cual aparecen las cortinas. Podemos llamarla la escena del Club Silencio. En mi parecer, es la escena más poderosa e influyente en la película. Silencio. No hay banda, no hay orquesta. Todo es una ilusión. Son palabras pronunciadas en ese extraño y peculiar club en el que se revela algo. Se revela que todo es un sueño, una ilusión. Todo está grabado. La protagonista del sueño, Betty y su compañera, Rita, se convierten prácticamente en una sola persona. Sólo existe una persona detrás de ese sueño. La realización es traída majestuosamente por la interpretación de la canción “Llorando” de la cantante latinoamericana Rebekah del Rio. A mi parecer, es una de las mejores escenas cinematográficas."
"Hay que añadirle también las magníficas interpretaciones de los actores principales que le dieron vida a Mulholland Drive, dadas por Naomi Watts, la encargada de interpretar el lado bueno y oscuro de una sola persona, siendo Betty su lado bueno, lo que ella quisiera ser (así que ella es la protagonista del sueño), y de Diane, casi todo lo opuesto a Betty y que tiene que arreglarse su vida en la realidad. Laura Harring, que le brinda a Mulholland Drive la sensualidad y un toque latino a la película, interpretando a lo que Diane quisiera que ella fuera, Rita (en el sueño) y a la egocéntrica Camilla en realidad."
textos de Valentina Rugeles y Paula Spinel Luna